Vemos que a diario la vida nos regala cosas maravillosas, que aunque parezcan pequeñas, simples y sencillas son capaces de proporcionar la estabilidad emocional necesaria que llevan a la plena felicidad.
Antoine de Saint Exupéry en su famosa obra de El Principito, nos compartió la siguiente frase:
“Solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos”
Son todos aquellos momentos que forman parte de la cotidianidad, aquellas que van más allá de nuestro agitado ritmo de vida y son las que nos hacen ser verdaderamente humanos, como lo son: un hermoso gesto, un abrazo, una sonrisa, una palabra de aliento, el encanto de una amistad, un apoyo incondicional, el gozar de una buena salud, el disfrutar de la brisa y de todo lo que nos regala la naturaleza, cosas como estas y más, hacen que el simple hecho de disfrutar de lo más sencillo le de magia a nuestras vidas.
Pero la realidad es que estamos viviendo en un tiempo donde cosas como estas han llegado a tener un nivel tan bajo de insignificancia, que el ser humano ha ido dejando atrás la posibilidad de saber apreciar su grandeza.
Es muy común ver y escuchar hoy en día a personas que se quejan por cualquier clase de situación, y una de las razones por la cual suele suceder esto, es por la condición de insatisfacción que un individuo pueda estar presentando en relación a lo que forma parte de su entorno.
Esto ocurre porque el ser humano tiene mayor tendencia a domesticarse más fácilmente con las cosas vanas, las materiales y los afanes de la vida, siendo capaz de dejar a un lado y olvidar el verdadero valor de las cosas más simples, aquellas que no se pueden apreciar a simple vista, pues van más allá de lo que nuestros ojos pueden ver.
Debemos darnos cuenta que la vida nos muestra un sinfín de razones para ser felices, y que aun cuando somos personas libres de soñar, de luchar por lo que queremos, de aspirar ser mejores en la vida, nunca debemos olvidarnos de lo más importante, que es ver desde el corazón, eso nos permitirá apreciar y darle valor a todo aquello que dejamos en segundo plano por estar sumergidos en un mundo lleno de consumismo y materialismo.
Aprender a dar más valor al mundo que nos rodea, a las emociones constantes de las personas que amamos, a disfrutar de una taza de café, a dejarnos envolver por el encanto de la brisa, a sonreír por el simple hecho de estar vivos, esto y mucho más, pueden hacer que la insatisfacción que sientes en tu vida se vuelva satisfacción, permitiendo que las cosas grandes se vuelvan pequeñas y las pequeñas se conviertan en grandes, solo cierra los ojos mira a través del corazón.
Aprender a dar más valor al mundo que nos rodea, a las emociones constantes de las personas que amamos, a disfrutar de una taza de café, a dejarnos envolver por el encanto de la brisa, a sonreír por el simple hecho de estar vivos, esto y mucho más, pueden hacer que la insatisfacción que sientes en tu vida se vuelva satisfacción, permitiendo que las cosas grandes se vuelvan pequeñas y las pequeñas se conviertan en grandes, solo cierra los ojos mira a través del corazón.
“Si quieres ser feliz aprende a disfrutar de las cosas más simples.” Bob Marley
Saludos.